** ALGuieN Que Me QuieRe MuChO Me Ha TRaíDo uNa CaMiSeTa... **

Hoy he estado rondando por los foros y leyendo varios relatos que hay por ellos !! y como ahora apenas tenemos noticias de nuestros hombres de Paco, y tampoco quiero dejar esto sin publicar nada, pues he decidido publicar relatos de las foreras, empezaré con uno que me está gustando muchisimo de verdad!! lo ha escrito Una seguidora de lhdp en el foro el regreso!! Habría puesto como se llama, pero ella misma se ha puesto de Nick en el foro el regreso SEGUIDORA LHDP, asi que nada si lo ve algún día que me lo haga saber para que por lo menos me diga como se llama y lo ponga en su respectiva entrdas, que para eso son sus relatos !!

es increible como escribe, espero que no le importe que lo ponga por aqui!! de todos modos le estoy haciendo pibli je!! no en serio el relato es buenisimo, teneis que pasar a leer los relatos que escribe esta chikilla porque son la Ostia y perdón por la palabrita pero es uqe no me sale una palabra más brutal para definir estos relatos!!
Espero que os guste !! tanto como a mi ^^ !! ;)

** ... De SaN ANToNio **

Él percibió la tensión en su piel al tener contacto con la fría crema y comenzó a extenderla pausadamente hasta que poco a poco el espeso líquido desapareció, sin que ello le impidiese seguir acariciándola. Ambos cerraron los ojos al unísono y lentamente se inclinó besándole el cuello. Ella le sonrió sin abrir aún los ojos.

Sara: Lucas, por fin estamos en casa... Por fin estamos en Madagascar.

Lucas miró preocupado al ATS. Tenía a Sara dejada caer sobre su pecho mientras que con un suave toque en su rostro intentaba despertarla, pero ella regalándole una sonrisa le dijo aquellas palabras todavía con los ojos cerrados.

Lucas en un susurro: Sara... despierta, tenemos que irnos a casa.

Ella entreabrió los ojos, algo le estaba presionando el brazo y no le resultaba agradable. Frunció el ceño, aún medio dormida, cuando oyó decir al sanitario.

Sanitario: 12-6, perfecta. Ya pueden marchar si así lo desean.

Con la boca cerrada le sonrió dándole las gracias para después inclinarse sobre ella un momento y decirle bajito.

Lucas: Sara, te voy a llevar a casa.
Sara: Pero, Lucas...

Ella se incorporó y abriendo mucho los ojos optó por no continuar hablando y guardar silencio.

Lucas: Dime...

Sin dejar de mirar a su alrededor guardó silencio durante algunos segundos más hasta que al final le dijo: No, nada... ¿Y mi padre, Lucas, está bien?.

Ya todos los recuerdos habían regresado a su mente. No estaban en Madagascar. Uno a uno y cada vez a una velocidad mayor y acompañados de una música in crescendo, fueron pasando por su mente todos los momentos vividos hacía apenas unas horas... La sorpresa de ver a Lucas en su habitación... se entremezcló con la sorpresa de ver a Aitor con la manguera en el patio de su casa... el sonido del agua fue sustituido por el sonido de la respiración de Rita... cuya angustia fue callada por el miedo que sintió al ser golpeada... la felicidad al recibir la nota esfumó el miedo y aumentó su valentía para pedirle libertad a su padre... hasta que el último instante que se coló en su mente fue la cara sonriente de Lucas justo antes de caer dormida...

Mientra ella recuperaba sus recuerdos, Lucas se llevó la mano a la boca antes de hablarle porque en realidad no sabía nada de Paco. Al despertar no lo había visto.

Lucas: Sara... Sara, tu padre... tu padre debe de estar bien...

En ese momento se oyó la voz de Paco.

Paco: >¡¡Por favó, por favó!!... Mi suegro, por favó... ¡mi suegro!. (En ese momento salió de los calabozos con el pañuelo en la boca) Mi suegro... que yo creo que no... que no respira, vamo!.

Silvia salió corriendo hacia donde estaba su padre y entrando en el calabozo gritó: >¡Papá?...¡Rápido! ¡Glucosa!! ¡Al hospital!...
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DOS SEMANAS DESPUÉS ...

Kike ofreciéndole una botellita de agua a Curtis: >¡Toma!... Me temo que el martini que te prometí tendrá que esperar a que estés mejor...

Curtis cogiendo el botellín de agua sin mirar a Kike, miraba hacia el frente: Gracias, tío, tenía más sed que un camello. ¿Has visto a esa pibita? ¿Está buena, eh?

Kike se gira hacia la chica que salía de la piscina de un hotel de Madrid donde se han ido ellos a pasar unos días.

Kike: >¡Curtis!... que ya sabes que a mí las pibitas ni me van ni me vienen. Y tú deberías tomártelo con calma que aún estás convaleciente. Pero tú nada, ahí... más terco que veinte mulas.

Curtis sin prestar atención a las palabras de su amigo se le queda mirando a la cabeza durante algunos segundos: Desde luego, Kike, has pasado de ser el zanahorio de San Antonio a ser el lechuguino de la piscina.

Kike frunció el ceño y se tocó el pelo: >¿Y qué quieres, Curtis? La de la tienda me dijo que con seis o siete lavados saldría, pero está claro que me hizo la del tinte del calamar porque esto no se va ni con agua caliente.

Curtis: Si es que mira que te lo dije: “Kiiiiiiiike, que el pelo verde...”, pero tú nada y mírate ahora, pareces el increíble Hulk, pero sin el increíble y con más pecas.

Kike apesadumbrado y mirándose el flequillo: Si es que cuando le llevé tu bala a la Virgen del Camino Seco no se me ocurrió otra cosa que prometerle que si te salvabas de ésta, me teñía el pelo de verde. Y mira... shihhh, pues aquí estamos. Tú vivito y casi coleando y yo, pues, con un toque de color a lo selva virgen.

Curtis: Bueno... en eso tienes razón... porque la selva todavía es virgen, no? Aún no te han hecho un socavón... que yo sepa.

Kike lo mira ofuscado: >¡Menos cachondeo, Curtis!, que bastante tengo ya con ser un semáforo dando paso. Además, peor fue lo de Paco... (levanta la mano derecha señalando al aire) >¡Que se llevó a Lola a hacer el camino de Santiago en chanclas para ver si así don Lorenzo despierta!
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Suena el teléfono de Paco durante algunos segundos y lo coge: >¿Sí?

Sara: ¿Papá? ¡Hola, papá!
Paco: >¡Sarita, hija! ¿Cómo estás cariño?

Inconscientemente tapa el auricular y se lo retira de la oreja derecha girándose hacia Lola que está a su izquierda muy pegada a él.

Paco: Es Sara, Lola.

Lola afirma con el gesto. Él vuelve a girarse hacia la derecha y vuelve a hablarle al móvil.

Paco: Sara, Sarita, ¿cómo estás, mi vida?
Sara: Bien, papá, estamos bien. ¿Y mamá, papá?
Paco: Bien... bien, también. ¡Te... te paso con ella!...

Mientras Paco le decía esto a Sara, Lola le hacía aspavientos para que le pasara el móvil y mirando hacia arriba con el dedo índice en la comisura del labio superior y el teléfono en la oreja, le dice: Sara, hija, ¿cómo está el abuelo?

Sara: Pues... igual, mamá, que cuando os fuisteis. No ha despertado.

Lola se despega el teléfono y mirando a Paco se lleva la mano izquierda en forma de asa de taza a la frente: ¿Lo ves, Paco? Te lo dije. Esto de venir a Galicia ha sido una tontería. Al final, mi padre sigue durmiendo y nosotros aquí empapaos hasta los huesos de tanta lluvia. ¿Es que aquí no deja de llover ni en verano? (Mientras dice esto mira hacia el cielo) ¡Y encima en chanclas!. Desde luego, Paco...

Paco se lleva el pañuelo a la boca y dice: Hombre... mujer, igual hay que dejar al santo a su ritmo, que me imagino yo que sus prioridades tendrá, no?. Además, Lola, que nosotros aún no hemos llegado a Santiago de Compostela... ¡No seas ansiosa!

Lola lo mira por un momento muy enfadada, pero finalmente se dirige a Sara sonriéndole y poniéndole un tono de voz más cariñoso: Sara... Sara, corazón, ¿y qué dice los médicos? ¿Qué dice tu tía?

Sara: Pues, que hay que esperar, que no es normal tanto tiempo en coma por hipoglucemia -Aquí es que tengo una lagunaza, cuando pensé en cómo iba a transcurrir la historia no tenía modo de averiguar lo del coma hipoglucémico, si duraba mucho, poco, si era curable, si no- pero que como todas sus constantes vitales son normales, pues...
Lola: Pero, hija, ¿quién lo está cuidando durante estos días? (Mira a Paco) Si yo tendría que estar al lado de mi padre y no aquí haciendo turismo playero dominguero... (se mira los pies)
Sara: No te preocupes, mamá, ¡que está todo bien dentro de lo que cabe!. ¿Y vuestros pies?

Ahora vemos a Sara que no puede evitar quitarse el móvil del oído y sonreírle a alguien que la acompaña que nosotr@s no vemos quién es, pero su madre vuelve a hablarle alzando la voz y le vuelve a prestar atención a Lola poniendo un rictus más serio.

Volvemos a ver a Lola.

Lola: ¿Los pies? ¡Los pies, los pias y los pius....! (Mira a Paco muy seria con el brazo en jarra) Más nos valdría haber hecho el camino del Rocío, por lo menos no estaríamos empapados.

Paco levanta sus brazos hacia delante con el pañuelo en la mano y mirando el vacío le dice: No, Lola, no... No iríamos empapaos, pero iríamos de polvo hasta las cejas... o no. ¿Tú no has escuchao la sevillana esa del polvo del camino?... shihhh... leshe!.

Lola lo mira totalmente incrédula: Desde luego, Paco, a Lourdes voy a tener que ir yo, pero descalza, a ver si hacía un milagro contigo.

Paco señalando al móvil y poniéndole cara de ¡cállate ya, Lola!: Sí, mi amor, sí.

Lola deja de mirarlo y vuelve al teléfono: Bueno, hija, ¿y tú cómo estás?

Sara: Bien, mamá. Aquí... echándoos mucho de menos.

Lola frunce el gesto preocupada: Pero... pero, ¿estás sola? ¿No te estás quedando con la tita Silvia? (Le dice con su tono de voz más inocente)

Mira a Paco. Éste se pone tenso y la mira también. Ambos se quedan unos instantes callados oyendo el silencio que se ha producido al otro lado de la línea.

Entonces vemos a Sara que mira seria a su acompañante...

** CONTINUARÁ ... **